Es responsabilidad de un arquitecto tomar decisiones que minimicen la contaminación resultante de nuestro modo de vida. Muchos os estaréis preguntando si es realmente tan importante ese papel, y nosotros os podemos asegurar que una buena planificación, diseño y ejecución de viviendas puede llegar a neutralizar el CO², absorberlo e incluso reducirlo sin que las comodidades o el bienestar se vea disminuido.
Uno de los aspectos esenciales a la hora de construir una vivienda sostenible es la eficiencia energética. El aislamiento térmico de los inmuebles es una de las piezas clave del acondicionamiento de una vivienda. Se calcula que entorno el 70% de la energía de una vivienda se pierde por las fachadas y tejados de la misma, por eso es importante crear una caja hermética bien aislada, eso sí, sin olvidar que este aislamiento siempre ha de ir acompañado de un sistema de ventilación adecuada que permita una buena calidad del aire dentro de la vivienda.
Un aislamiento eficaz, unido a una orientación optima de la construcción y al uso de materiales sostenibles se convierten en elementos fundamentales para llevar a cabo una arquitectura responsable.
¿Cuáles son las características de un aislante sostenible?
Para que un aislante se considere sostenible o ecológico, debe reunir la siguientes características:
- Debe ser saludable: es decir, que no sea tóxico para los seres humanos y animales. Principalmente, que no contengan componentes derivados del petróleo ni sustancias o aditivos que puedan ser perjudiciales para la salud.
- Fabricación eficiente: esta característica se refiere a al consumo de energía que requiere su fabricación, que debe ser mínimo.
- Durabilidad: que sean perdurables en el tiempo y por tanto, no sea necesario sustituirlos con asiduidad.
- Biodegradables: que se pueda descomponer por la acción de microorganismos como bacterias u hongos en un periodo corto de tiempo
- Eficientes en aislamiento térmico: que su función de transmisor del calor sea mínima.
¿Qué materiales son sostenibles y eficaces para aislar una vivienda?
El Corcho
Es un material 100% natural que proviene de la corteza de los alcornoques. El alcornoque sólo prospera en siete países mediterráneos: Portugal, España, Francia, Italia, Marruecos, Argelia y Túnez, que suman más de dos millones de hectáreas. Por si no fuera poco, además de estar presente en España, nuestro país ocupa el segundo puesto en el ranking mundial de producción de corcho. Y las regiones que monopolizan el paisaje de alcornocales son: Andalucía, Extremadura y Cataluña.
Su producción es sostenible, ya que incluso durante su extracción la generación de residuos es baja. Y lo que es más importante, el árbol renueva su corteza, por tanto el material no supone el fin de la fuente del recurso.
Su estructura en forma de células poliédricas, que están prácticamente vacías en su interior, le confiere unas propiedades impermeables y aislantes tanto térmicas (conductividad de 0,041 W/m·K) como acústicas extraordinarias.
La celulosa
Los aislamientos ecológicos basados en la celulosa, se realizan con residuos de papel de periódico. Estos residuos son molidos y se mezclan con otros productos para aumentar su resistencia al fuego, haciéndolos de esta forma, más seguros para la construcción de viviendas. El resultado final son pequeñas fibras que se pueden insuflar para rellenar huecos en paredes y techos o colocar como mantas que recubran zonas grandes.
Es un producto que proviene de papel reutilizado, por tanto fabricarlo requiere poco consumo de energía, además es un producto ligero que se puede transportar fácilmente.
La lana de oveja
La lana de oveja es un aislante que se usa desde hace siglos. Una de las mejores cualidades de este aislante es su transpirabilidad que no compromete su efecto aislante. Cuando aumenta la temperatura exterior, las fibras se calientan, liberan humedad y se enfrían, refrescando el ambiente. Por el contrario, cuando disminuye la temperatura exterior, las fibras se enfrían, absorben humedad y se calientan.
Tal y como pasa con el corcho, su producción no perjudica a la oveja, que lo genera de manera natural. Por tanto su producción es sostenible y 100% ecológico. Otra ventaja a destacar es su durabilidad. Siempre que su colocación haya sido correcta mantiene su densidad y cohesión durante décadas.
El cáñamo
De la planta del cáñamo se obtienen unas largas fibras muy resistentes, con unas propiedades aislantes térmicas y acústicas muy importantes, y que no necesitan tratamiento contra los insectos.
Este aislamiento sostenible se presenta en forma de rollos, placas, mantas o a granel y, aunque su precio es algo más elevado que el de otras soluciones ecológicas, en la bioconstrucción se valoran mucho sus propiedades reguladoras de la humedad, pudiendo albergar un 15% de su peso.
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